Como señalamos en artículos anterios sobre las restricciones al acceso del crédito bancario, muchas familias, personas o empresas se ben obligadas a recurrir a prestamistas para conseguir el nivel de liquidez nque necesitan para cubrir sus necesidades y cancelar sus pasivos financieros.
Aunque resulta ser un fuente de financiamiento de rápido acceso, los prestamista del sector privado no se encuentran regulados por la autoridad financiera de España, y además esta rapidez y facilidad de acceso es acompañada con tipos de interés mucho más altos que los ofrecidos por las entidades bancarias formales. En algunos casos, el costo financiero efectivo de estas operaciones crediticias llega a ser de 30% en términos anuales.
Finalmente, un problema que se ha registrado sistematicamente en los últimos meses, es que ante una situación de morosidad razonable, estos préstamistas ejecuten las garantías o avales sin tener muchos instrumentos legales para impedirlo.